Una pasarela mega colorida, rayada de punta a punta, fue la encargada de transportar a las modelos que lucieron diversos conjuntos con el matchy-matchy como leiv motiv. Looks completos con el mismo estampado de pies a cabezas, todo, como dicta la tendencia acompañado por zapatillas y sandalias tipo flip-flop chatas.
Varias inspiraciones culturales, dieron lugar a una colección que propone el mix de diferentes etnias, pero de una manera muy fluida y cohesionada, donde cada mujer podrá elegir la pieza que mejor juegue con su personalidad y estilo, eso sí, el color y los detalles siempre presentes en cada una de la prendas. Si sos de las que quieren estar con los neutros, abstenete.
Los kimonos, otra de las tendencias que estuvo en todas las pasarelas, en este caso estuvo re-interpretado y rozaba el estilo «salto de cama»; igualmente la caída de su seda y los estampados lo hacían una prenda ideal para las noches estivales.
Las monoprendas también estuvieron presentes, son aliados infatables del verano y aportan comodidad para vestir cuando las altas temperaturas agobian.
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